La vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, se reunió ayer con la funcionaria saliente, Cristina Fernández de Kirchner, para dar inicio a la transición presidencial. El encuentro duró una hora y contó con un recorrido por las instalaciones y por el despacho de la presidencia.
Luego Villarruel aseguró que será una “transición ordenada”. “Ha sido una charla amable y no hubo foto”, acotó al retirarse. Según un comunicado oficial del Senado sobre la reunión “se coordinó la organización de la Asamblea Legislativa del 10 de diciembre y se repasaron los principales hechos de la gestión”. “En materia administrativa -siguió-, la vicepresidenta destacó que al asumir la gestión se recibió la obra social del personal legislativo (DAS) con $ 390 millones de déficit mensual y que luego del proceso de saneamiento y mejoras en la gestión se logró un superávit equivalente a cinco meses de prestaciones, ampliando al mismo tiempo los servicios y prestaciones para los afiliados”, explicó
Sobre los recursos humanos del Senado, se destacó que actualmente “la Cámara alta cuenta con una nómina de 400 empleados menos que la gestión anterior”. Además, Villarruel fue informada sobre los “avances y mejoras edilicias que se llevaron adelante durante la gestión, con el objetivo de poner en valor los espacios de valor patrimonial y mejorar los espacios de trabajo del personal del Senado”.
El encuentro había sido propiciado por la mandataria nacional saliente, quien se comunicó con las autoridades del recinto para solicitarles que se pongan en contacto con Villarruel para que llevaran a cabo la organización de dicha reunión. “Por instrucción de la vicepresidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, la secretaria administrativa se comunicó con el equipo de la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, para informarle que mañana a las 17 la presidenta del cuerpo la recibirá en el Senado”, había sido la invitación. Según comentaron fuentes cercanas a los libertarios, la iniciativa fue valorada por Villarruel, quien aceptó inmediatamente la convocatoria. En este sentido, la actual diputada consideraba que sería una muestra de debilidad institucional que sus equipos no pudieran coordinar el traspaso de poder.
Villarruel aseguró que “respeta la investidura” de Kirchner y consideró que es “un acto de civismo” conversar con ella y mantener una buena predisposición para lo que se necesite en el tramo final de su gestión.